El sálvese quien pueda, la apatía por el problema de otro que torna indiferente a la persona es muchas veces potenciada por determinadas ideologías o creencias religiosas.
Entonces alguien va por la vida haciendo la suya, insensible al prójimo; como si en la teoría de Charles Darwin ellos fueran los organismos mejor adaptados, que desplazan a los menos adaptados.
Entonces nos solemos encontrar con estos personajes que generalmente, en el caso de creencias religiosas, como por ejemplo los Testigos de Jehova nos hablaran de que ellos no se involucran (en las cosas del mundo) ayudar al otro, colaborar con asociaciones cooperadoras, tender una mano al más necesitado, votar en elecciones, ect; o en el caso político, el conservador de derecha que criticara los gastos del estado, al planero y se pondrá feliz con todo ajuste (que perjudique al otro y lo beneficie) desea pagar menos impuestos, necesita salarios a la baja para multiplicar sus ganancias y para sentir que lo suyo es lo correcto se iluminara su rostro cuando diga orgulloso que son el cambio que el País necesita.